La Corporación insular llevará al Pleno de este viernes una moción solicitando el aumento del cupo hasta las 4.500 toneladas anuales.
El Cabildo de Fuerteventura ha exigido al Gobierno de Canarias que se tomen medidas para aumentar la cuota de pesca de túnidos, uno de los principales sustentos de los pescadores artesanales de la Isla. Tras reunirse con las cofradías majoreras y valorar sus peticiones, el consejero de Agricultura, Ganadería y Pesca, David de Vera, ha remitido un escrito a la consejera del Gobierno de Canarias, Alicia Vanoostende Simili, instándole a solicitar a la Secretaría General del Estado que considere las actuales restricciones. Unos límites que condicionan el desarrollo de este tipo de pesca que en áreas como Morro Jable suponen un 70% de la captura.
Para David de Vera, “ es nuestra responsabilidad defender al sector pesquero, por lo que exigimos al gobierno autónomo que se tengan en cuenta las especificidades de la Isla para mantener la actividad pesquera y los puestos de trabajo vinculados a la misma”.
En su escrito, el consejero insular manifiesta que “esta conocida problemática, que afecta a este colectivo, se encuentra agravada por la crisis sanitaria, económica y social provocada por la pandemia causada por la Covid-19”.
El Cabildo de Fuerteventura llevará además al Pleno de este viernes, para su aprobación, una moción solicitando al Gobierno de Canarias que inste al Gobierno central a incrementar la cuota de pesca artesanal de tuna hasta las 4.500 toneladas anuales para Canarias. Se solicita asimismo que se modifique la orden ministerial que establece un censo de buques autorizados a la pesca de esta especie y que deja fuera a la mayoría de la flota existente con posibilidad de esta pesquería en Fuerteventura.
Para el consejero insular, este criterio utilizado por el Gobierno de España discrimina a la flota canaria en su totalidad y, especialmente, a la flota de Fuerteventura, con alta dependencia en la pesca de la tuna. Desde el Estado se favorece una pesca industrial y poco sostenible, y que pone en riesgo la flota de Fuerteventura, “mayoritariamente artesanal”.