Como ya hizo en septiembre de 2017 nada más tomar posesión, rechazando la instalación de un aerogenerador de 120 metros junto al Faro de El Cotillo, el gobierno del Ayuntamiento de La Oliva se vuelve a posicionar en contra de la instalación de parques eólicos «repartidos sin criterio por todo el territorio, causando un grave impacto paisajístico», dijo el alcalde de La Oliva, Isaí Blanco.
En el caso de El Cotillo, la altura del aerogenerador triplicaría a la del faro, que tiene 37 metros, y se vería desde casi todo el municipio.
En opinión del alcalde «es un error este modelo de energías renovables privadas», que «solo benefician a los promotores», y que a la población «nos deja únicamente el impacto paisajístico de los aerogeneradores». En su lugar, dijo, «nosotros proponemos crear una o varias zonas de energías renovables, preferiblemente en suelo industrial o urbanizado, cercano a los núcleos de consumo, y no en medio de gavias y espacios naturales», favoreciendo «un modelo público en que los vecinos se puedan beneficiar también de las energías limpias».
El pleno de La Oliva aprobó en enero una moción solicitando la paralización de todas las autorizaciones y la definición de un modelo de instalación más razonable en el que prime el interés ciudadano por encima del privado de las grandes empresas del sector, una propuesta en la que la oposición se abstuvo al completo (Pedro Amador, Votemos, PP y PSOE).
La propuesta del ayuntamiento va en la línea de compatibilizar la protección del paisaje con las energías renovables, garantizando la igualdad de oportunidades en su implantación. También, condicionando la autorización de estos proyectos a la planificación de ordenación insular y municipal, siendo la propuesta más idónea la de concentrar estas instalaciones en una única ubicación, de manera que no perjudiquen el paisaje, a los espacios naturales, o a los propietarios de terrenos.
Aerogeneradores ya instalados
En cuanto a los molinos ya instalados entre Villaverde y Corralejo dentro del proyecto ‘Fuerteventura Renovable II’, agregó la concejala de Urbanismo, Omaira Saavedra, «se autorizaron en 2015 sin que el anterior Grupo de Gobierno hiciera nada para impedirlo».
En nuestro caso, explicó, «hemos contestado y presentado batalla en los tres proyectos que nos ha comunicado el Gobierno». «Ellos por su parte nunca contestan, aplicando el rodillo de la declaración que tienen estas instalaciones como de interés general».
Oposición a proyectos contrarios al planeamiento
El Grupo de Gobierno en el Ayuntamiento de La Oliva, con Isaí Blanco y Omaira Saavedra a la cabeza, la consejera del Cabildo Edilia Pérez, y la parlamentaria Nereida Calero, han venido trabajando de manera coordinada para tratar de frenar las decenas de aerogeneradores gigantes que está autorizando el Gobierno de Canarias en Fuerteventura y en La Oliva sin ningún tipo de control ni de planificación.
Con respecto a los dos proyectos publicados en el BOC ayer lunes día 18 y el viernes día 15, ‘Fuerteventura Renovable III’ y ‘Fuerteventura Renovable I’, el Ayuntamiento contestó a la Consejería de Industria en el mes de noviembre, una vez más sin recibir respuesta.
Las alegaciones del Consistorio ponen de manifiesto que las autorizaciones son contrarias al planeamiento en vigor, al encontrarse «en Suelo Rústico de Protección Agropecuaria (SRPA)», y solicitan la paralización de los expedientes hasta que el Cabildo de Fuerteventura apruebe el Reglamento Insular de Energías Renovables en el que está trabajando.
Parque Eólico en el Faro de El Cotillo
En el mes de septiembre de 2017, al poco tiempo de entrar a gobernar el actual grupo de gobierno, salió a consulta pública el proyecto denominado ‘Parque Eólico de 4,7 MW promovido por Cotillo SL».
En ese momento, el equipo que dirige Isaí Blanco trasladó en su respuesta al Gobierno de Canarias las reservas de la corporación ante la confluencia en esa zona de espacios protegidos como un LIC Marino, una Zona ZEPA y un área de interés comunitario.
También llamaron la atención sobre el hecho de que «no existen en la zona las infraestructuras necesarias de transporte eléctrico, con lo que la instalación de estas dotaciones implica una afección sobre el territorio más allá de la propia instalación eólica».
Además, «la única edificación en la zona es el denominado Faro de El Tostón, de unos 37 metros de altura, de manera que las infraestructuras eólicas propuestas triplicarían o incluso cuadriplicarían esta altura, con su consiguiente impacto paisajístico».