Entre vehículos incendiados, peligrosas obras con zanjas y vallados por todos lados, y ahora también con palmeras que se caen ocasionando daños materiales e incluso heridos, es el terrible panorama que sufren cada día los vecinos y vecinos de Puerto del Rosario. La caída de una palmera sobre un vehículo, con tres personas heridas, que tuvo lugar hoy en la Avenida de Manuel Velázquez Cabrera de la capital majorera, es consecuencia directa de la dejadez y la irresponsabilidad de quienes gobiernan en el Ayuntamiento de Puerto del Rosario, en consideración de Coalición Canaria – Asamblea Majorera.
La portavoz de este grupo en Puerto del Rosario, María Franco, lamentó que “hemos perdido la cuenta de las veces le hemos pedido al alcalde y a los concejales de Barrios, y de Parques y Jardines, que actúen ante la situación ante la gravísima situación del palmeral en nuestro municipio. Sabemos que hay una plaga de diocalandra, el «picudín rojo», y que hay decenas de palmeras, seguramente cientos de ellas, muertas y podridas por dentro, con el peligro que suponen para la población».
La caída de otro ejemplar hoy, con tres heridos, es un ejemplo de ello. Manuel Miranda dijo que «no hay manera de explicar cómo esto ocurre ante la pasividad de los responsables municipales. El cuidado y el mantenimiento de las palmeras en Puerto del Rosario brillan por su ausencia. Si esto sigue así, un día lamentaremos algo mucho peor».
Miranda indicó que el alcalde y los concejales «no tienen sino que hacer lo que aprobamos en los plenos. En el pleno de marzo de 2021, el Gobierno aprobó a propuesta de CC-AM una moción destinada a adoptar medidas para cuidar la vegetación en el municipio, comprometiéndose a dar cuentas a los vecinos de las acciones realizadas. Pero no han movido ni un dedo todavía».
Este es el «desgobierno» que tenemos en Puerto del Rosario, con un alcalde que no tiene autoridad, y con un grupo de concejales del POSE, NC, Podemos y Cs y PxF que va cada uno por libre, sin ningún tipo de organización ni planificación. «Puerto del Rosario tiene hoy más recursos económicos que nunca, y también más incapacidad e irresponsabilidad que nunca».