Tranquilo en apariencia, elegantemente vestido con camisa nueva y pantalón de pinza, D. Jacinto, conocido como el Rubio, aunque hoy de pelo cano, supo navegar el pregón, pescando a todos los presentes, entre risas y aplausos, relatando parte de su historia, una historia de humor, familia y marcas de pesca.
El público familiar y cercano, bajo el refugio de la carpa, acompañó con aplausos y exclamaciones confirmando o aportando a los hechos preguntados por el querido presentador Jose Francisco Montesdeoca, y a su vez, respondidos y relatados por Jacinto, que junto a su mujer, recibió una placa de recuerdo, de manos del alcalde, Matías Peña García y el concejal de Festejos, Pedro M. Armas Martín.
A continuación siguió la fiesta con sardinas, papas y mojo para todos los asistentes, que disfrutaron de un jueves noche apacible en Pozo Negro, quedando sentados en las terrazas de los chiringuitos, con la música del Dj y la buena compañía.