Para Quintero, «el canal es necesario e imprescindible, pero apreciamos ciertas actuaciones que ponen en duda que se haya hecho todo el proceso con la rigurosidad debida», precisó.
«Si tenemos en cuenta que el anterior contrato se rescindió sin haber acuerdo entre las partes, y en la actualidad la consejería está demandada por esa cancelación, y que en el nuevo pliego se dé más importancia a la página web que a las bases logística que tiene que haber en Península, para el traslado del producto al resto de Europa, entienda que nos preocupe qué está sucediendo.
Asimismo, «tenemos conocimiento que uno de los trabajadores que engloban la nueva contratación ya estaba trabajando de manera externa para GMR; y que el pliego de condiciones no lo hicieron los técnicos de la empresa sino el equipo directivo, lo que resulta asimismo sorprendente.
Por otra parte, la información que se ha conocido de la puesta en marcha de Canarian Market es contradictorita, en palabras del propio consejero delegado de GMR, sobe los costes que asume el productor, sobre los precios de los productos, entre otras informaciones.
Por otra parte, Quintero se preguntó de quién sería la titularidad de la plataforma cuando se finalizara el contrato, por un importe de 1.400.000 euros durante cinco años, «cifra que también nos parece desproporcionada, con solo cuenta con 5 trabajadores, para los beneficios que tiene previsto obtener».
Aloe vera Mario Cabrera, por su parte, denunció que la Consejería tiene abandonado al sector del aloe vera canario que no puede hacer frente al intrusismo voraz que está obligando a muchas empresas a cerrar.
Desde hace tres años, la consejera de comprometió a crear la marca colectiva aloe vera canario, avanzar en la denominación de origen y hacer frente a la competencia desleal desde la coordinación de los diferentes departamentos del Gobierno que tienen competencias, como Comercio, Consumo y Farmacia; así como convertir el ITC en un verdadero laboratorio de investigación y ser capaces de llevar la trazabilidad del producto.
«Nada se ha hecho y las pérdidas de nuestras empresas alcanzan ya los 21 millones de euros, y lo más desesperante es que los productores no encuentran ninguna motivación en el Gobierno de Canarias, más bien desgana, en fomentar un cultivo alternativa del que están viviendo muchas familias en las Islas», denunció.