Desde creativos productos elaborados a mano con material reciclable, semillas, telas, cuero o chapas, dando como resultado molinos de viento, sandalias de cuero, muñecos de trapo, cuadros, u originales postales, hasta todo tipo de ropa de verano y sus complementos como cinturones, gorras o sandalias, explica el concejal de Comercio, Pedro Armas, una amplia variedad que en su ordenado caos resulta un atractivo a turistas y residentes que lo visitan como una actividad más para luego seguir paseando por bares, restaurantes y comercios de la propia localidad.
El Mercadillo de Caleta de Fuste es un reclamo para visitar la localidad y el propio municipio, donde ningún asistente tendrá problemas de darse a entender en su idioma, sea cual sea, por acoger vendedores de Fuerteventura, otras islas, península y más de 30 nacionalidades diferentes, detalla la concejala de Turismo, Deborah Edgington.