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El primer centro de sementales de Canarias abre sus puertas en Fuerteventura

A partir de hoy viernes, 21 de abril, ganaderías de toda Canarias podrán compartir con facilidad y seguridad sanitaria la genética de los animales más productivos de la raza caprina majorera, entre los más de 13.000 ejemplares vivos que figuran inscritos en el libro genealógico de esta especie declarada en peligro de extinción.

El Centro de Sementales de la Raza Caprina Majorera abría esta tarde sus puertas en los Cascajos de Almácigo (Puerto del Rosario), culminando un trabajo que han desarrollado durante la última década las asociaciones de criadores la raza en Fuerteventura, Gran Canaria y Tenerife, mano a mano con ganaderos y ganaderas de las tres islas, y con el apoyo de instituciones, entidades y empresas de toda Canarias. Constituidos como la Federación Nacional de Criadores de la Raza Caprina Majorera (FECAMA), las tres asociaciones de Canarias llevan años trabajando en el programa de cría de la cabra majorera, lo que ha permitido definir y mejorar el estándar de la raza, su productividad, y también la calidad de la leche y el queso que producen. Tecnología al servicio de la ganadería Las instalaciones del Centro de Machos están equipadas con la tecnología más moderna, con laboratorios, nave de sementales con capacidad para 70 ejemplares, nave nodriza para los animales candidatos al centro, enfermería, arco desinfectante y electroyaculador, zona de salto y extracción de las dosis seminales para su correcta limpieza, desinfección y manejo de los sementales, corrales, un aljibe, o una depuradora. Para el personal, el centro también cuenta con oficinas, y zona de lavandería, baños y vestuario, destinados a la limpieza y desinfección. El apartado sanitario es fundamental para el correcto funcionamiento de las instalaciones, pues es necesario garantizar la seguridad de las dosis seminales que se elaboran y distribuyen entre las ganaderías de los asociados.

Tanto es así, que los seis primeros machos cabríos candidatos, seleccionados por su genética superior para iniciar el programa de inseminación artificial, se encuentran en este momento en aislamiento para la realización de los análisis necesarios, antes de comenzar con el proceso de extracción de semen y preparación y distribución de las dosis seminales. Para este cometido, son fundamentales los laboratorios del centro donde se desarrolla la evaluación de calidad seminal de los sementales, su envasado, congelación y traslado a las explotaciones del núcleo de selección donde se realiza la inseminación artificial de las cabras destinatarias. Acto inaugural En el acto de apertura, el presidente de FECAMA, el ganadero de Fuerteventura Iriome Perdomo, valoraba la importancia de este centro, «no sólo por la mejora genética de la raza majorera y por ser el primero de este tipo entre todas las razas ganaderas de Canarias, sino también porque podremos mejorar mucho el apartado sanitario. Era un espacio muy demandado por el sector ganadero, y sin duda un sueño hecho realidad».

«Hay una gran necesidad de mejorar nuestras cabañas, para hacerlas más productivas con garantías sanitarias. Comenzamos a trabajar en casa», dijo Perdomo en relación a que el centro seguirá creciendo con la incorporación de sementales de todas las islas, aunque también aventuró el futuro comercial de las instalaciones. Hay ganaderías de distintos países del mundo interesados en la cabra majorera, por su resistencia y productividad, y este centro abre la posibilidad a exportar la genética de la raza en el futuro. José Manuel Expósito, presidente de la Asociación de Criadores de la Cabra Majorera en Tenerife, se mostró «muy orgulloso del trabajo conjunto de las asociaciones y ganaderías en las tres islas», y del avance que supone para todos los asociados la puesta en servicio del centro, «después de tantos años de trabajo».

En el acto, participaron también representantes de las instituciones y entidades que han apoyado y financiado el programa de cría y la creación del Centro de Machos, como el Cabildo de Fuerteventura, los ayuntamientos, el Gobierno de Canarias, GDR Maxorata, GMR Canarias, empresas como Piensos del Atlántico, Sociedad Cooperativa COEXFUR, Graneros de Fuerteventura o CAPRIFUER, o entidades como las asociaciones de defensa sanitaria, o la Universidad de Murcia. Genética y sanidad Los responsables técnicos de FECAMA a nivel genético y sanitario también estuvieron presentes. «Las asociaciones asumen la labor de promover la crianza en pureza de la raza majorera, con un Libro Genealógico, y la inscripción de los animales en dos secciones, animales con pedigrí completo, y otros con antecesores.

En los inicios, partíamos de una población en que la valoraciones determinaban que había animales con características que no eran propias de la raza». Tras una década de trabajo, la situación se ha ido corrigiendo, y «el libro es la garantía y la seguridad de que los animales inscritos no tienen defectos», explicaba el director técnico del programa de cría, Gabriel Fernández de Sierra. Este veterinario genetista detallaba que actualmente en Gran Canaria, Tenerife y Fuerteventura, hay tres grupos que se conectan como un solo núcleo de selección. «Es una gran maquinaria de trabajo entre las asociaciones de criadores, las de defensa sanitaria, y las ganaderías, del que yo soy un engranaje. La apertura de este centro es un hecho importantísimo entre las razas canarias, y la cabra majorera es la única que ha llegado a este punto, gracias a ese esfuerzo conjunto».

La aportación de los técnicos al programa significa incorporar la labor investigadora para aplicarla a algo que ya existía. La labor de cría que han venido desarrollando ganaderos y ganaderas durante generaciones por el método tradicional, ha dado lugar a «una raza de alta producción aclimatada a climas áridos. Y este centro de sementales supone un salto sustancial para la mejora de esta raza». Por su parte, Christian de la Fe, Catedrático de Sanidad Animal de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia, destacaba que «la sanidad es fundamental para poner en marcha un centro como este. Tenemos que estar seguros de la inocuidad de las dosis seminales que estamos obteniendo, para tener la total seguridad de que ninguna enfermedad se transmita con las mismas entre las distintas ganaderías», dijo de la Fe. Para ello, «realizamos un control sanitario continuo de las cabañas y de los candidatos, con recomendaciones de manejo de los rebaños, y por supuesto siempre, en coordinación con los veterinarios de las asociaciones de defensa sanitaria». «Estamos en el buen camino», subrayó, pues este centro «es algo novedoso en Canarias, ya aplicado con exito en otras razas caprinas y ovinas del país, lo que demuestra que es posible llegar hasta aquí. Disponer de un centro de sementales y recogida de semen con todas las garantías de control sanitario es una herramienta fundamental para el presente y el futuro».

Agregaba el genetista que «las asociaciones han constituido sus núcleos de selección, realizando registros de producción desde hace diez años, y seleccionando a los ejemplares más productivos. El control lechero ya lo tenemos, con datos objetivos, además del control genealógico de las nuevas generaciones por medio de pruebas de filiación por ADN». De la historia ganadera a la modernidad La calidad de los quesos majoreros quedó reflejada en Le Canarien, la crónica de los conquistadores de las islas, quienes recogieron literalmente en el siglo XV que son «los mejores que se conocen en estas regiones».

Con el paso de los siglos, ese reconocimiento no ha hecho sino aumentar. Hoy el queso majorero, el primero de cabra de toda España en conseguir Denominación de Origen en 1996, es apreciado y premiado a nivel mundial. Los estudios del ADN mitocondrial, realizados a las tres razas caprinas canarias, demuestran que esta población se encuentra genéticamente más próximas a las cabras africanas que a las europeas reafirmándose así la teoría del origen africano de los aborígenes y del caprino autóctono. Desde la apertura del Libro genealógico de la cabra Majorera, en 2012, las asociaciones que integran la Federación Nacional de Criadores de la Raza Caprina Majorera han venido inscribiendo en promedio, unos 4.000 animales al año, hasta superar los 13.000 vivos actualmente, según el censo de animales del Sistema Nacional de Información de razas, ARCA, y entre las alrededor de 80 ganaderías en activo. La Cabra Majorera figura en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España, como una raza autóctona de fomento/raza autóctona en peligro de extinción (justificación de la raza majorera). Durante cientos de años, ganaderos y ganaderas han seleccionado para sus cruces a los ejemplares que consideraban mejores.

En eso consiste la cría, y en Canarias, ha dado lugar a una raza enormemente productiva, resistente y adaptada a climas áridos, la cabra majorera. Entre los logros que FECAMA y las asociaciones de la raza de cabra majorera han conseguido durante la última década, cabe destacar el programa de cría de la raza majorera, los controles de calidad de la leche y el queso, el libro genealógico, o el nuevo sello de productos de Cabra 100% Majorera… Este proceso da un salto con el centro de sementales, pues supone un último avance en la reproducción de los ejemplares de pura raza por inseminación artificial. 








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