“Después de cuatro años de legislatura y de dos años y medio de desarrollo del Plan de Vivienda de Canarias, es muy triste y pobre que el balance del Gobierno de Canarias del Partido Socialista, Nueva Canarias, Podemos y ASG, para solucionar el problema de la vivienda en Fuerteventura sea la promesa de construir 71 viviendas solo en el municipio de Puerto del Rosario, de las que aún después de un año y medio no se ha colocado ni un bloque, y solo se hayan rehabilitado para alquiler 56 viviendas de las 265 anunciadas en alquiler social, a dos meses de las elecciones”, denuncia Enseñat.
Durante la comparecencia, Enseñat denunció el fracaso de la gestión de la Consejería de Vivienda en Fuerteventura, ya que hace unas semanas anunciaba que se había ejecutado el 37% por ciento del Plan de Vivienda, y comprometido 332 millones en toda Canarias, cuando la realidad es que en Fuerteventura solo se han gastado, 500.000 euros en la rehabilitación de viviendas, “bienvenido sea cualquier ayuda, pero es incomprensible que para un gobierno que se llama progresista, ofrezca a las familias vulnerables majoreras como alquiler social viviendas de 561 euros, por 90 metros cuadrados, o casi 300 euros por un apartamento de 47 metros cuadrados, como afirma el anuncio del gobierno”, explica Enseñat.
El diputado volvió a reclamar la construcción de vivienda pública en todos los municipios de la isla donde durante cuatro años no se ha hecho nada, cuando existe una demanda de vivienda, en el año 2020 de casi 250 viviendas, “si el consejero afirma que ha ejecutado el 37% del Plan de Vivienda, comprometido 332 millones y en Fuerteventura no se ha hecho prácticamente nada, otra vez vuelve a demostrarnos el Gobierno de Torres, que nuestra isla no cuenta, ni en vivienda, ni en sanidad, ni en educación, ni en el apoyo a la creación de empleo”, insta Enseñat.
Por último, Enseñat vuelve a denunciar que todos los días conocemos casos a lo largo de la isla de personas que renuncian a trabajos por falta de vivienda, que no encuentran alquileres asequibles o que tienen que destinar casi el 80% de su sueldo a una vivienda, familias que no tienen un techo donde vivir y personas que viven en caravanas o alquilando habitaciones. “La falta de vivienda se ha convertido en un problema dramático para los que aquí vivimos, que las administraciones tienen que solucionar trabajando conjuntamente”, concluye Enseñat.