Ni un solo euro para inversiones, ni una sola mención a las ayudas a estos mismos colectivos con cargo al presupuesto del presente año, ninguna mejora sustancial que contribuya a aliviar los balances del sector primario y las pequeñas empresas y autónomos de Fuerteventura. Nos citan con carácter extraordinario y urgente a un Pleno de la Corporación para aprobar una corrección y remiendos a su propio presupuesto, cosa que sinceramente no era difícil, pero ni una palabra de las ayudas que deberían estar ya ejecutando con cargo al presupuesto del presente año 2022. Llegan tarde y lo hacen mal, y lo peor es que esto es ya una constante.
El PSC PSOE vota a favor de estas modificaciones de crédito porque la sociedad majorera en su conjunto, el sector primario y los empresarios y autónomos de nuestra Isla no pueden ser quienes paguen la incompetencia y la falta de sensibilidad de este grupo de gobierno pero advertimos de la deriva negativa que tiene este pacto político desde que arrancó.
En lo que concierne al sector primario nos sorprende que, después de exigir a otras administraciones lo que el Cabildo no hacía, ahora hayan decidido por fin ponerse ellos a trabajar. Ahora bien, estos fondos llegan muy tarde porque la modificación al presupuesto del 2021 que hoy se aprueba no estará operativa hasta mediados de mayo del 2022, y nos preguntamos para cuando tienen pensado convocar las ayudas del presente año.
Desde el grupo socialista estaremos atentos a la convocatoria que articule estos fondos para constatar que los recursos públicos se dirigen realmente a cubrir las necesidades del sector y no a otros fines que nada tienen que ver con el interés público.
En relación a las ayudas a autónomos el grupo de gobierno presenta al Pleno una propuesta de modificación de 2 millones para terminar de pagar la convocatoria del año pasado, por lo que se deduce que van a dejar 4 millones sin gastar de los 11 que alardeaba la Consejera de Promoción Económica. Era algo previsible, ya le dijimos que las bases de las que tanto presumía eran un error clamoroso que no se ajustaba a la realidad del tejido productivo insular. Y finalmente se impone el sentido común y la lógica, pero mientras aprendían hemos perdido un tiempo precioso en el que esas ayudas podrían estar ya en los balances de las empresas y autónomos de la Isla.