Emocionada esta mujer fuerte, sencilla y humilde, leía unas palabras, escritas para no olvidar agradecimientos, y en las que dejaba entrever las puntadas de la trayectoria de una vida que le trajo a Fuerteventura, que es su casa hoy, su familia y su refugio como taller donde cose cada día con sus queridas alumnas ‘trocitos de tela y vida’.
‘Este Premio lo recibo con mucha humildad, como un empujón para seguir creando, para seguir cosiendo historias que hablen de esta tierra y de su gente. Porque como siempre digo, las manos que crean, también sanan, y lo que se hace con amor, siempre encuentra su lugar’.
No se hicieron esperar los aplausos y ni los abrazos de felicitación a Bianca Scarpari que recibía también un regalo de los artesanos y artesanas de la Feria Insular de Artesanía, agradeciéndole también su humanidad y siempre disposición a ayudar.