El alcalde de La Oliva, Isaí Blanco, ha subrayado que “la intención del Ayuntamiento es abrir este debate con seriedad, y contar con toda la información necesaria para tomar una decisión responsable. Si logramos implantar una tasa turística equilibrada y justa, estaremos dando un paso importante hacia un modelo más equilibrado y solidario”.
En esta línea, el Ayuntamiento ha confiado a un equipo técnico la elaboración de un estudio que permitirá estimar los ingresos potenciales, las posibles modalidades de aplicación y el encaje jurídico de la medida, considerando también el volumen de viviendas vacacionales y establecimientos turísticos presentes en el municipio.
El concejal de Turismo, David Fajardo, confirmó que ya se ha encargado el estudio económico de viabilidad, con el objetivo de que pueda implementarse, si así se decide, dentro del presente mandato. “La propuesta que estamos explorando plantea una tasa muy reducida, no supondría un coste significativo para el visitante, pero sí permitiría reforzar servicios como limpieza, conservación ambiental o mantenimiento de espacios públicos”, afirmó. Además, destacó que “esta medida ha sido debatida en el seno de la Asociación de Municipios Turísticos de Canarias (AMTC), de la que La Oliva forma parte activa, compartiendo experiencias y aprendizajes con otros destinos turísticos del Archipiélago”.
Por su parte, el concejal de Hacienda, Juan José Rodríguez, ha señalado que “el objetivo es que, en caso de que finalmente se implante esta tasa, tenga una gestión eficaz, aporte un retorno directo a los vecinos y vecinas de La Oliva, y contribuya de manera directa a mejorar los servicios de seguridad ciudadana y limpieza viaria de la zona. No es una medida recaudatoria sin más, sino una herramienta para redistribuir parte del esfuerzo que hoy soporta el municipio, con el fin de que cada turista que pernocte en La Oliva contribuya la mejora y mantenimiento de nuestro territorio.”
Desde el Ayuntamiento se incide en que la tasa, en caso de salir adelante, tendría un impacto económico muy reducido para el visitante, pero sí permitiría reforzar de forma significativa los servicios que utilizan tanto residentes como turistas. “La Oliva es un destino privilegiado, con recursos naturales únicos y una fuerte presión turística en determinadas épocas del año. Si queremos cuidar lo que somos, necesitamos herramientas que nos permitan sostener el modelo”, añadió el alcalde.
El Ayuntamiento continuará trabajando en los próximos meses en el análisis técnico, legal y político de la propuesta, que será compartida con todos los sectores implicados antes de su eventual aprobación. El compromiso del grupo de gobierno es claro: avanzar hacia una gestión turística más justa, ordenada y comprometida con la ciudadanía y el territorio.