El Partido Popular de La Oliva ha presentado una moción en la que insta al Cabildo de Fuerteventura a la apertura inmediata de la Casa Alta de Tindaya, con el objetivo de convertir este inmueble histórico en un espacio activo para la difusión del patrimonio y la diversificación de la oferta turística a través del impulso al turismo cultural y de calidad en el municipio.
Una joya del patrimonio majorero cerrada al público
El PP defiende la apertura de la Casa Alta como una joya del patrimonio majorero, tanto por su valor arquitectónico como por su potencial como centro de interpretación del entorno natural, arqueológico y geológico de la montaña de Tindaya.
Tras su restauración, la edificación permanece cerrada y sin uso, lo que para los populares supone una oportunidad desaprovechada que debe corregirse de forma urgente. “No podemos permitir que un espacio rehabilitado con dinero público y con un valor patrimonial enorme permanezca cerrado. La Casa Alta debe convertirse en un recurso cultural, educativo y turístico de primer nivel en el municipio. Y no podemos mantener un silencio cómplice ante la inacción del Cabildo de Fuerteventura”, ha afirmado el portavoz del PP en La Oliva, José Vicente Calero y añade que son múltiples las quejas de los turistas tras acudir a la Casa Alta y, para su sorpresa, encontrarla cerrada.
Una apuesta por el turismo cultural y sostenible
El Partido Popular subraya que la puesta en marcha de este espacio contribuiría de forma decisiva a diversificar la oferta turística del municipio, apostando por un modelo más sostenible, mejor distribuido territorialmente y centrado en la experiencia cultural y el conocimiento del entorno.
“La Casa Alta de Tindaya puede y debe formar parte de una estrategia turística que no solo mire al sol y playa, sino que ponga en valor lo que nos hace únicos: nuestra historia, nuestra identidad y nuestro paisaje”, añadió Calero.
La Casa Alta fue la primera vivienda de dos plantas construida en el pueblo de Tindaya entre los siglos XVII y XVIII, y representa un símbolo de la arquitectura señorial de Fuerteventura. “Apostar por el patrimonio es apostar por la identidad, la educación y un turismo de calidad. Tindaya merece ser un referente vivo, no una postal cerrada, con las puertas bloqueadas y turistas dejando reseñas negativas por no poder visitarla”, concluyó el portavoz.