Así lo ha anunciado el diputado del PP de Canarias en la Cámara Baja Juan Antonio Rojas, subrayando que “los parques rurales no solo son espacios de enorme valor ambiental y cultural, sino que constituyen un ejemplo de convivencia entre tradición, sostenibilidad y futuro. En Canarias, además, cumplen una función clave como núcleos habitados que precisan de políticas diferenciadas para garantizar igualdad de oportunidades a sus residentes”. El diputado popular insistió en que esta iniciativa responde a la necesidad de que el Gobierno central “se implique activamente en la protección y promoción de los parques rurales canarios, no solo como espacios naturales, sino como auténticos motores de cohesión social y de desarrollo económico en el medio rural”.
El texto registrado recuerda que en el Archipiélago existen varios parques rurales con realidades muy diversas; como el Parque Rural de Anaga (Tenerife), con cerca de 2.500 habitantes distribuidos en unos 26 asentamientos; el Parque Rural del Nublo (Gran Canaria), el más grande y poblado del Archipiélago, que integra cerca de 30 entidades de población pertenecientes a municipios como Tejeda, Artenara, Mogán o Vega de San Mateo; o el Parque Rural de Betancuria (Fuerteventura), vinculado a los municipios de Betancuria, Puerto del Rosario, Antigua, Pájara y Tuineje, y donde la población mantiene actividades tradicionales como el pastoreo, pequeños cultivos y artesanía.
“Estos ejemplos -añade Rojas- ponen de relieve que los parques rurales de Canarias son realidades vivas, que requieren políticas ajustadas a sus necesidades, tanto en el ámbito social y económico como en la conservación de su patrimonio natural”.
La PNL presentada por el Grupo Popular insta al Gobierno a reconocer institucionalmente la singularidad rural de los parques rurales canarios, mediante un plan específico para su desarrollo y dotación de infraestructuras y servicios básicos; así como adaptar los criterios de elegibilidad de políticas y fondos de desarrollo rural para incluir a núcleos que, aunque integrados en grandes municipios, sufren las mismas dificultades que las zonas en riesgo de despoblación.
También pretende diseñar líneas específicas de apoyo a proyectos en parques rurales de las Islas, considerando las singularidades de una región ultraperiférica (RUP), y fomentar convenios con universidades y centros de investigación, que permitan impulsar la transferencia de conocimiento, la innovación y el desarrollo económico sostenible en estos territorios. Por último, Rojas incidió en que “la igualdad de oportunidades no puede depender de una división administrativa, sino de la realidad social y territorial. Canarias necesita que se reconozca la aportación de sus parques rurales como espacios vivos, que garantizan la pervivencia de comunidades locales y representan un ejemplo de sostenibilidad y arraigo”.