En una emotiva y reveladora entrevista concedida antes de su fallecimiento, José Viera, antiguo vecino de la zona sur de Fuerteventura, compartió sus recuerdos sobre la presencia del enigmático Gustav Winter en la península de Jandía, describiendo una época marcada por el sacrificio, las desigualdades y el dominio casi feudal que ejercía Winter sobre los trabajadores locales.
“Muchas veces, cuando llegaban, tenían que caminar hasta el faro”, recordaba Viera. “Para no tener que ir, firmaban lo que fuera. En Cofete y en Mata Blanca, llegaban, firmaban allí, y de vuelta. Los tenía amargados”.
Según Viera, Gustav Winter, de origen alemán y figura clave en la historia reciente de la zona, actuaba como un verdadero terrateniente. “Era como un medianero: la mitad de lo que cultivábamos o producían los animales era para él. Te daba la semilla para plantar, pero después tenías que entregarle todo limpio, sin golpes. Si ibas a 100, 50 eran para él”.
Viera también recuerda el trato desigual y las duras condiciones de trabajo: “Los trabajos los hacíamos nosotros… con burros, y burros éramos nosotros también. Esto es lo que trabajábamos”.
Estas declaraciones, aunque cargadas de nostalgia, sacan a la luz una parte importante y, en ocasiones, silenciada de la historia de Fuerteventura. En un momento en que crece el interés por rescatar la memoria oral de la isla, voces como la de José Viera nos permiten comprender mejor las raíces sociales y económicas de nuestro territorio.