« Mirar hacia otro lado, es renunciar a lo que podemos mejorar´´. Es un llamado a la acción, una invitación a no ignorar situaciones difíciles o problemas, sino a enfrentarlos y buscar soluciones. Y claro, seguramente mi exposición no será relevante, si no le damos valor a lo que a continuación van a leer, dar impunidad a los problemáticos, es ser cómplices de los que no están acordes en una sociedad honesta, digna y limpia. El ejemplo adulto es la base, de todos aquellos jóvenes que están en fase de preparación, en formación, de cualquier ámbito: Lo vivido este pasado domingo día 22 de junio de 2025, en el campo de fútbol de Morro Jable, Fuerteventura, ha sido surrealista, imposible darle protección a un hecho que no podemos dar por alto, en un partido muy bonito, entre dos conjuntos de fútbol base, la UD Jandía y el CD Teguise, donde se jugaban una final de playoffs para el ascenso a la liga juvenil provincial. Un relato dantesco. El escenario ideal, para aquellos que se unen al espectáculo, con el fin de alterar ilegalmente, la fiesta, actuando de forma vandálica, gamberra, sinvergüenzas que no forman parte de la familia del fútbol.

No podemos meter a todo el mundo en el mismo saco, gran afición la de la UD Jandía y el CD Teguise, generalizar es de necios, más cuando el «inhumano´´ está localizado. Este punto lo subrayo, ya que todos los entrevistados coinciden; ¡El de la gorra blanca, el de la gorra blanca, siempre son los mismos!.

Corría el minuto 25 de la segunda parte, cuando tras la celebración del tercer gol del Jandía, un individuo, situado en lo más alto, encima de la afición visitante, con camiseta y gorra blanca, pantalón corto oscuro, con acento argentino o uruguayo, emprendía una acción ofensiva, delictiva, poniendo en riesgo a los aficionados, donde se encontraban niños e incluso bebés. Comenzó tirando agua, cerveza, sí cerveza, latas, botellas de agua… Incluso alcanzando a darle a una niña en uno de sus hombros, al mismo tiempo que reía, y cuanto más se le recriminaba, por parte de simpatizantes de ambos conjuntos, más actuaba, un bufón rodeado de «humanos´´, que le reían las gracias, y que también actuaron con lanzamientos.

Si lo mostrado es horrendo, el calado de saber quién o quiénes son los salvajes, y no actuar, sacándolos del recinto (indefinidamente), se convierte en una película de ciencia ficción. Las fuerzas públicas locales, dieron vía libre a los colegiados para que el partido continuase sin que los causantes del hecho delictivo abandonaran el campo: «Los o lo tenemos identificado´´, apaciguando los ánimos, esa fue la solución.

El orden y el respeto no entienden de colores, ni de razas, ni del cometido de cada persona ¿Y la Dirección del Jandía, no le cierran las puertas a los «malos´´ si saben quiénes son? ¿La Dirección del Jandía no coordina la megafonía en eventos como este, para que con el balón en juego, no le den un mal uso? Sí, con el balón en juego, muy, muy irrespetuoso («El que no bote es del Teguise…´´) ¿La Dirección del Jandía, no media para que su entrenador no se dirija con tono desafiante diciendo y señalando al mismo tiempo «son los tuyos´´ al entrenador del Teguise, tras éste dar la orden de retirar a los jugadores tras lo sucedido? ¿La Dirección del Jandía, quiere quitarse la mala fama que el club tiene en acontecimientos como este a lo que ya son reincidentes? No tengo ninguna indiferencia con este gran club, no son preguntas lanzadas por tener algo personal tras la derrota del Teguise, o para hacer daño, son indagas con el propósito de dar luz a un suceso prohibitivo dentro de uno de los deportes más agraciados que existen, lleno de valores y sentimientos. Se ha alzado la voz en acontecimientos similares, repugnantes, en diferentes campos por toda la geografía Canaria, repitiéndose la historia, no poniendo fin a esta lacra que no forma parte del fútbol, y los que tienen la autoridad para intervenir de una vez por todas, no lo hacen, solo nos acordamos cuando suceden, la prevención tajante debe ser innegociable.

Yo creo en la fuerza de las palabras, en el mensaje que transmiten. Tengo en el recuerdo, una frase que escuché a una persona mayor, cuando yo era un adolescente, «el que se esconde, no tiene vida´´, dar la cara con el fin de hacer el bien, de acabar con los que interfieren en un viaje llamado vida, debe de ser una obligación. Espero que estas palabras trasciendan, palabras bienintencionadas.

Egoísta por mi parte, no mencionar a aquellos aficionados del Jandía, que dentro y fuera del recinto, tuvieron la iniciativa de disculparse en el nombre de todos los rojitos. Sobre todo una vez acabado el partido, con palabras sinceras, dando muestras del cansancio y la desesperación que tienen con todos aquellos que no les representan, inclusive, un aficionado ataviado con los colores del Jandía se acercaría a los jugadores más afectados del Teguise, mostrando un gesto de afecto sobre ellos (palabras de ánimos, abrazos e incluso besos), imagen difícil de olvidar. A miembros del cuerpo técnico, como al preparador físico Xabín, un señor, cercano, coherente, no dudó en repartir mimos, a plantilla y cuerpo técnico. A jugadores como Kendry, un chico que defendió sus colores, hasta el final, con la loza que supone la reciente desaparición para siempre de su papá, dio clases de humildad a pesar de su juventud.

Dar visibilidad, a un hecho lamentable, había que hacerlo.
«Quien no castiga el mal, ordena que se haga´´. Leonardo Da Vinci.

PABLO JACOB HERNÁNDEZ GONZÁLEZ