Con una sonrisa y rodeada de coloridas creaciones hechas completamente a mano, Sari, modista y artesana muñequera de Las Palmas de Gran Canaria, celebra su cuarto año consecutivo participando en la feria artesanal de Antigua. Tras comenzar su andadura en el Museo del Queso, hoy su stand se encuentra en pleno corazón de la plaza, atrayendo a grandes y pequeños con sus entrañables figuras.

“Todo lo hago yo, a mano, y cada pieza es única. Desde un detallito pequeñito hasta lo más caro que tengo, que no pasa de los 30 euros”, comenta con orgullo. Su trabajo va mucho más allá del valor económico: el tiempo invertido, la exclusividad de cada creación y, sobre todo, el amor que pone en cada puntada, hacen de sus muñecos un regalo muy especial.

Entre sus piezas más populares se encuentran camaleones, ranitas con sonido, cangrejitos, patitos y una variada fauna de tela, además de vestiditos confeccionados con el mismo mimo. “Esto no se encuentra en ninguna fábrica. Es algo que sabes que va a gustar porque está hecho con cariño, con intención”, asegura Sari.

Con propuestas artesanales llenas de ternura y creatividad, Sari vuelve a demostrar que lo hecho a mano y con el corazón nunca pasa de moda.