La UD Playas de Sotavento logró una importante victoria este fin de semana al vencer por 3-1 a El Cotillo en un vibrante encuentro disputado en el sur de la isla. Los pupilos de Tillo, que llegaron al descanso por detrás en el marcador, firmaron una segunda parte de gran nivel y se meten de lleno en la lucha por el ascenso a Tercera División, una gesta que sería histórica para el club sureño.
El partido comenzó cuesta arriba para el Sotavento. En el minuto 7, Jacky adelantó a El Cotillo tras rematar un centro desde la derecha, aprovechando un desajuste defensivo local. Con ese tanto, el conjunto norteño se fue al descanso por delante, controlando bien los primeros 45 minutos.
La reacción del Sotavento llegó nada más reanudarse el juego. Yerobe empató el encuentro en una jugada rápida y sorpresiva tras sacar una falta de forma inteligente, pillando desprevenida a la zaga del Cotillo. Ese tanto cambió el ánimo del equipo, que comenzó a dominar el encuentro.
La entrada de Guayre y Braian «El Cebolla» fue clave. En el minuto 72, una internada de Guayre por banda izquierda terminó con un centro que no logró despejar con acierto la defensa visitante. El balón cayó a los pies de Braian, cuyo disparo rebotó en Slava y terminó dentro de la portería: 2-1 para el Sotavento.
El momento más polémico del partido llegó en el tiempo de descuento, cuando El Cotillo reclamó con insistencia un penalti por mano de Oliver tras una jugada embarullada dentro del área. Sin embargo, ni el árbitro ni sus asistentes señalaron la infracción, generando protestas airadas desde el banquillo visitante.
Con el Cotillo volcado al ataque, el Sotavento sentenció el encuentro en el minuto 97 por medio de Karpin, que aprovechó un contragolpe para poner el definitivo 3-1 y desatar la euforia en las gradas.
Con este resultado, la UD Playas de Sotavento se queda a solo un punto de El Cotillo y a cuatro del segundo clasificado, el Universitario, que marca la línea del ascenso. A falta de pocas jornadas, la Regional Preferente entra en su tramo final con máxima emoción y el sueño del ascenso más vivo que nunca en el sur de Fuerteventura.
