La diputada del Grupo Canario Nacionalista Canario (CCa), Cristina Calero, ha preguntado en la Comisión parlamentaria de Agricultura por las acciones previstas para paliar la competencia desleal de productos canarios como la batata de Lanzarote.
La diputada nacionalista explicó que la batata es una planta que ha tenido una gran repercusión en la cultura tradicional agraria, que sirvió de alimento básico para los campesinos en Lanzarote, un valioso forraje para el ganado y un ingrediente imprescindible de la gastronomía local tanto como alimento básico como ingrediente de una calidad excepcional para repostería, sin olvidar incluso su importante uso medicinal.
Calero afirmó que, “como nieta de campesinos del pueblo de San Bartolomé, el municipio batatero por excelencia, le aseguro que este cultivo forma parte de nuestra identidad y representa un método de cultivo de secano único en toda Europa cuando se cultiva en jable, obteniéndose uno de los mejores manjares de nuestro archipiélago: la batata de jable de Lanzarote”. Asimismo, la diputada nacionalista insistió en que se trata del cultivo que más contribuye al mantenimiento del paisaje junto con el de las parras.
En esta línea, la diputada nacionalista explicó que la batata no es el producto que mayor competencia desleal tiene en el archipiélago “ya que su producción no alcanza para cubrir toda la demanda de este producto en Canarias”, pero sí expresó su preocupación por la escasez de agua que está ocasionando menor producción, “con lo que los productores se ven obligados a no plantar o abandonar estos cultivos”.
En su exposición, la diputada de Lanzarote también se refirió a la baja rentabilidad que se obtiene del cultivo de batata por parte de los agricultores, con respecto a otros cultivos. “Esto incluso fue de las razones por las que disminuyó de forma drástica su cultivo en Canarias, a pesar de que las islas llegaron a alcanzar el 40% de la exportación estatal”, añadió Calero.
Según la diputada nacionalista, “la batata no forma parte de nuestra dieta diaria como cualquier otra fruta, verdura o incluso la papa”. Asimismo, Calero se refirió a la inflación como uno de los obstáculos por los que los consumidores desechan la batata local y optan por alternativas más económicas “especialmente las procedentes de Egipto o directamente no compran salvo ocasiones excepcionales”.
En este sentido, Cristina Calero mostró su preocupación por el incremento de la cantidad de batata procedente de Egipto en nuestro archipiélago con 438.096 kilos de batatas importadas en 2021; 1.210.073 kilos de batatas en 2023, y hasta mayo de 2024 llevamos 728.863 kilos de batata importada. “Esto supone que, en dos años, se había duplicado la cantidad importada”, añadió la diputada de Coalición Canaria.
Cristina Calero aprovechó para agradecer el trabajo que realizan asociaciones como la SAT El Jable, “por garantizar la preservación de cultivos tan identitarios como éste”. Calero planteó a la consejería de Agricultura medidas para promover el incentivo del cultivo de la batata “ya sea a través de la mejora de la productividad, a través de la sanidad vegetal o en materia de financiación dentro del POSEI o PEPAC”.
Según la diputada del Grupo Nacionalista, “Lanzarote no puede perder el cultivo de la batata porque supondría perder parte de nuestra identidad”.
Por su parte, el consejero de Agricultura del Gobierno de Canarias, Narvay Quintero, manifestó el compromiso para que la batata entre en el grupo E de ayudas al POSEI.