El alcalde, Pedro Armas, afirma que esta nueva normativa supone un importante avance de cara a reducir la carga fiscal que soportan los ciudadanos, especialmente en un momento como el actual, marcado por el incremento de los precios.
Por su parte, la concejala de Economía y Hacienda, Dunia Álvaro, señala que la nueva ordenanza supone la actualización de dicho impuesto, adaptándolo a la situación que existe en estos momentos, teniendo en cuenta que la ordenanza que ha permanecido en vigor hasta el momento es de 2004. Una nueva vía, añade, que además de reducir la presión fiscal de los ciudadanos, supone un esfuerzo adicional de cara a la protección del medio ambiente.
La nueva ordenanza aprobada contempla una bajada de hasta un 50% de la cuota íntegra del impuesto para los vehículos, en función del carburante que consuman, de las características de los motores, y de su incidencia en el medio ambiente, pasado de una bonificación del 25% a una del 75% que asumirá el Ayuntamiento.
Asimismo, dicho porcentaje se eleva del 50% al 100% en el caso de vehículos históricos o que cuenten con una antigüedad mínima de 25 años, por lo que el Consistorio liberará del pago de impuestos a dueños y dueñas de esta clase de vehículos.
Por otro lado, se ha dado luz verde a la actualización de coeficientes para ciclomotores y motocicletas de hasta 125 centímetros cúbicos, fijándolo en 1,4, por lo que la cuota a pagar será de 6,18 euros.
Esta medida está en línea con la adaptación de la tasa para que dichas liquidaciones se puedan hacer efectivas.