«Es crucial que sigamos vigilantes y moderemos los intentos de la Comisión por liberalizar el comercio sin tener en cuenta el impacto sobre nuestros productores», afirmó Mato. En este sentido, abogó por una mayor reciprocidad en los estándares ambientales y sociales en los acuerdos comerciales de la UE. “Debemos evitar que se los parámetros que se exigen a nuestros productores sean más restrictivos que los que se piden a terceros países, tal y como está ocurriendo en la actualidad”.
Gabriel Mato también puso en valor la necesidad de identificar productos estratégicos como el plátano, el tomate y la leche, que deben ser considerados «sensibles» dentro de los acuerdos comerciales bilaterales para asegurar una protección adecuada a los productores de las regiones ultraperiféricas.
Asimismo, recordó que uno de sus objetivos prioritarios para esta legislatura en el Parlamento Europeo» es que se aumenten los presupuestos para la agricultura y la pesca en estas regiones», asegurando un apoyo financiero que permita su desarrollo sostenible y competitivo en el mercado global. Detalló que este incremento de la Ficha Financiera es esencial para ayudar a los productores de las RUP con la renovación de la flota pesquera y a cubrir los sobrecostes de producción; no solo por la lejanía del territorio continental, sino también por la subida de la energía y de los salarios, entre otros factores.
Las cinco propuestas de Mato
El eurodiputado Gabriel Mato aprovechó su intervención en ‘Eurodom’ para trasladar cinco propuestas al comisario de Pesca, Costas Kadis, y al comisario de Agricultura, Christophe Hansen, “propuestas dirigidas a conseguir la máxima protección de ambos sectores en las RUP”, para lo cual es clave que todos los actores implicados coordinen su acción: desde los agentes económicos y autoridades locales a los nacionales y europeos”. “Además, dentro del Parlamento Europeo debemos actuar también coordinadamente, independientemente de afiliaciones políticas”, dijo Mato.
La primera de las cinco medidas debe servir “para marcar una diferencia con la Comisión anterior, porque debe comenzar una nueva era, basada en la confianza y la equidad”. “Tenemos la obligación de escuchar mejor e involucrar a los sectores, aplicando su conocimiento en la elaboración de las políticas. De esta forma conseguiremos restablecer la confianza y revertir el clima actual de injusticia y desconsideración hacia ellos”.
La segunda medida consiste en acompañar todas las iniciativas con evaluaciones de impacto completas. “Necesitamos propuestas equilibradas, comunicación, estrategias y otras iniciativas que no solo tengan en cuenta aspectos biológicos, sino también en asesoramiento económico y social. Es la única manera de tomar decisiones informadas”. añade,
“A menudo necesitamos soluciones políticas, no rigidez burocrática”, indica Gabriel Mato para apuntar a la tercera de las medidas, porque “las respuestas a los problemas a menudo requieren impulso y coraje políticos”: Añade que “proporcionar soluciones a situaciones políticamente sensibles basadas exclusivamente en el apoyo técnico de los servicios de la Comisión o del servicio jurídico, sin consideración política, a menudo es decepcionante para nosotros, los políticos, y para los sectores afectados”.
La cuarta medida propuesta por Gabriel Mato a los dos comisarios se centra en valorar los informes del Parlamento Europeo. Explicó que el Parlamento Europeo está produciendo informes, incluidos informes de iniciativa propia, que expresan la posición política de una institución de la UE y de un colegislador. “Sería deseable que la Comisión tuviera más en cuenta el trabajo realizado aquí en la Eurocámara y no solo escuchara al Consejo”. Como ejemplo, Gabriel Mato citó que el Parlamento adoptó recientemente un informe, redactado por él con posiciones y propuestas concretas para una reforma de la PPC.
En quinto lugar, el eurodiputado resaltó la importancia de “no dejar a nadie atrás, especialmente a los más desfavorecidos: las regiones ultraperiféricas”. En este punto, Mato recordó las especificidades de las RUP y el tratamiento específico que se establece en el artículo 349 del Tratado Europeo.