Las ‘tierras raras’ representan el nombre común de 17 elementos utilizados en la industria de las telecomunicaciones y también en el desarrollo de energías alternativas como los coches eléctricos. Sin embargo, según ha detallado Cabrera también supone perseguir la explotación de estos recursos naturales limitados y puede provocar que “para solucionar un problema medioambiental estemos creando otro”, argumentó el diputado en referencia a las consecuencias de contaminación química, física y acústica que esto podría producir.
El diputado majorero se ha mostrado reticente y ha señalado que apoya la investigación sobre la presencia de Tierras Raras en el archipiélago, pero ha insistido que antes de realizar cualquier actuación es necesario conocer “la biología, la ecología y la conectividad de las especies y los ecosistemas de aguas profundas, así como de sus funciones en los procesos reguladores globales*, *como la regulación del clima y la captura de carbono”.
El diputado nacionalista determinó que parte de la Comunidad Científica, Consejo Consultivo Científico de las Academias Europeas*, *la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y el Sector Pesquero Canario y Español se oponen a esta práctica sin un conocimiento y estudio previo del verdadero impacto que podría tener.
Cabrera ha incidido especialmente en que “sin un conocimiento detallado y riguroso no es posible comprender plenamente o evaluar los riesgos que supone el inicio de la minería y mientras tanto es nuestro deber no permitir que esta actividad pueda dañar de forma irreversible los ecosistemas canarios”.