Los diputados de Coalición Canaria Fuerteventura, Mario Cabrera y Natalia Évora visitaron la exposición ‘El humo del progreso’ sobre la historia de *los correíllos* en Canarias, acompañados del presidente de la Fundación Canaria Correíllo de La Palma, Juan Pedro Morales, quienes se han encargado de llevar a cabo la muestra, en colaboración con el organismo autónomo de museos de Tenerife.
“Es importante que esta exposición se traslade a Fuerteventura, porque a través de ella se rememoran los lazos que han unido a las islas, se refleja la importancia del comercio marítimo para nuestro archipiélago y rescata una parte importante de la memoria colectiva de nuestro pueblo”, aseguró Mario Cabrera.
Según Évora, la exposición supone una “recapitulación de una parte muy importante de la historia más reciente de Fuerteventura, que supuso un cambio de paradigma para los majoreros y para toda Canarias, en cuestiones de mejora del comercio y la comunicación”.
Los *correíllos* eran barcos de vapor que, desde finales del siglo XIX y durante el XX, navegaban transportando pasaje, mercancía y correspondencia. Debido a este uso, dichas embarcaciones comenzaron a ser conocidas con este singular nombre, que ha perdurado en la historia.
Con dicha exposición, desde la Fundación pretenden realizar un trabajo de divulgación para perpetuar la importancia de estos buques en la historia del archipiélago. “La llegada de los correíllos fue crucial para Canarias, y supuso una revolución histórica en las comunicaciones y el comercio en Canarias, especialmente en las islas no capitalinas como Fuerteventura, que hasta el momento habían permanecido casi aisladas del comercio marítimo”, detalló el presidente de la Fundación.
Para islas como Fuerteventura, la llegada de estos buques, mucho más rápidos que lo que se conocía hasta el momento, permitió establecer una serie de líneas regulares. Este hecho catalizó el crecimiento del comercio, ya que permitía el traslado de la mercancía, sino que también permitía a las personas viajar a otras islas. Dos cuestiones claves para el crecimiento del comercio en Fuerteventura.
Además, gracias a estos buques se aceleró el progreso en el ámbito comunicativo ya que transportaban la correspondencia. “Sus banderas blandían con las iniciales C.M: correo marítimo”, explicó Morales. A raíz de esto, se mejoraron las comunicaciones interpersonales y permitió la llegada más frecuente de información y noticias de otras partes del mundo.
En ese entonces, el barco atracaba en la capital Puerto Cabras, ahora Puerto del Rosario. Sin embargo, fondeaban en muelles como el de Gran Tarajal, y realizaban el embarque y desembarque en lanchas auxiliares al pasaje y la mercancía. También, antes de la Guerra Civil española paraban en Matas Blancas y Pozo Negro.
Esta fundación se constituyó en el año 2003, de la que son patronos de esta fundación los cabildos de Fuerteventura, La Gomera y El Hierro, así como el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife. El objetivo principal era salvar el buque ‘Correíllo de La Palma’ del desguace. Uno de los últimos ejemplares que quedan de estas naves que cruzaban las aguas del archipiélago.
Hasta ahora, han conseguido restaurar casi el 65% del barco, y durante ese proceso, han adquirido una gran parte de documentos que reflejan la sociedad de la época, y que, por tanto, son imprescindibles para la historia de Canarias y Fuerteventura.
La exposición estará hasta el 6 de octubre en el MUNA de Santa Cruz de Tenerife, y desde la asociación esperan que pueda ser itinerante por las islas para acercar dicha parte de la historia a todos los canarios y canarias del archipiélago.